martes, 11 de diciembre de 2012

Historia de Chile desde la Prehistoria.


El nombre de Chile
El abate don Juan Ignacio Molina, jesuita expulsado de Chile y que vivió su exilio en Bolonia, Italia, en su Historia Natural y Civil de Chile, señala que “Con mucha más verosimilitud pretenden los chilenos que se derive su nombre de la voz Chili que repiten con mucha frecuencia ciertos pajarillos del género de los tordos, de que abunda el país; porque pudo suceder, en efecto, que las primeras hordas o aduares de indios que pasaron a establecerse en aquellas tierras, tomasen por feliz agüero el oír esta voz en la boca de un pajarillo, y por lo mismo lo escogieron para denominar el país que poblaban”.
Según don Alonso de Ercilla –autor de La Araucana–, “Chile es una provincia grande, que contiene en si otras muchas provincias; nombrándose Chile por un valle principal llamado así (posiblemente el valle del río Aconcagua); fue sujeto al Inca rey del Perú, de donde le traían cada año gran suma de oro, por lo cual los españoles tuvieron noticia deste valle; y cuando entraron en la tierra, como iban en demanda del valle de Chile, llamaron Chile a toda la provincia hasta el Estrecho de Magallanes”.

Los pueblos primitivos de Chile
Según los investigadores, el territorio chileno ha sido ocupado desde hace por lo menos unos 14.000 años. De acuerdo con estos estudios, se estima que la ocupación más antigua de que se tiene certeza es la de Monte Verde –entre 12.000 a 14.000 años–, cerca de la actual ciudad de Puerto Montt. Otro lugar de remota ocupación es la Cueva Fell, en la zona mas austral del territorio, con aproximadamente 12.000 años de antigüedad.
Los primitivos habitantes de Chile, si bien tienen diferencias étnicas y diversos grados de desarrollo cultural, están generalmente influidos unos con otros. Predomina, en todo caso, la influencia de los pueblos del norte sobre los de más al sur –en forma sucesiva–, debido a su mayor desarrollo cultural dado por el dominio de pueblos como los de Tiawanaku y los Incas.
Esta ultima influencia es de carácter más importante, porque a la llegada de los conquistadores españoles ya tenía cerca de un siglo la dominación incaica en el territorio chileno –por lo menos hasta el río Maule– y gran extensión del noroeste hoy  argentino, que también formaba parte del territorio chileno de la Colonia.



Esta influencia se vio acentuada por la costumbre imperial de los incas de establecer mitimaes, esto es, colonias de pueblos extranjeros que se establecían en los territorios conquistados a fin de asegurar la fidelidad al Inca. Esta verdadera transculturación provocada por las conquistas incas ha creado grandes problemas a los estudiosos para determinar la real naturaleza de las costumbres y artesanías de los pueblos primitivos.

LOS INDÍGENAS DE CHILE
Como decíamos, desde épocas prehistóricas el actual territorio de Chile estuvo poblado por varios grupos humanos. Los indígenas que habitaban Chile a la llegada de los españoles, presentaban casi toda las formas de asentamiento y de vida imaginables. Sin que ninguno de ellos haya llegado a formas de civilización. 
En el norte: Atacameños y Diaguitas poseían un intenso desarrollo aldeano con una agricultura diversificada, etc..
Picunches, Mapuches, Huilliches en la Zona Central, vivían fundamentalmente de la caza, pesca, recolección de frutas y vegetales y de la agricultura.
Los grupos cordilleranos: Pehuenches, Poyas, Puelches, etc., evidenciaban un notable desarrollo de la caza y un nomadismo intenso.
Cuncos en Chiloé e islas adyacentes, representaban el baluarte más meridional de la agricultura americana.
Desde los Chonos al sur se desconocía tanto la agricultura como la cerámica.
Los canoeros del extremo sur: Chonos, Alacalufes y Yaganes, eran pescadores y recolectores marinos, que recorrían en débiles embarcaciones los canales y fiordos hasta el Cabo de Hornos.

Los Tehuelches que habitaban la cordillera andina y las estepas patagónicas y los Onas de la Isla Grande de Tierra del Fuego, eran cazadores terrestres del Guanaco y del Ñandú.
De norte a sur del territorio nacional, a medida que se alejan del núcleo incaico, centro de desarrollo urbano y civilizador, los grupos van mostrando menos rasgos culturales. Curiosamente la cultura llega a su máximo florecimiento en las regiones más desiertas y poco provistas de agua y se empequeñece manifestando cada vez menos desarrollo en las regiones sureñas de exuberante vegetación y abundancia de agua.

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