El nombre de Chile
El abate don Juan Ignacio Molina,
jesuita expulsado de Chile y que vivió su exilio en Bolonia, Italia, en
su Historia Natural y Civil de Chile, señala que “Con mucha más
verosimilitud pretenden los chilenos que se derive su nombre de la
voz Chili que repiten con mucha frecuencia ciertos pajarillos del
género de los tordos, de que abunda el país; porque pudo suceder, en efecto,
que las primeras hordas o aduares de indios que pasaron a establecerse en
aquellas tierras, tomasen por feliz agüero el oír esta voz en la boca de un
pajarillo, y por lo mismo lo escogieron para denominar el país que poblaban”.
Según don Alonso de Ercilla –autor
de La Araucana–, “Chile es una provincia grande, que contiene en si otras
muchas provincias; nombrándose Chile por un valle principal llamado así
(posiblemente el valle del río Aconcagua); fue sujeto al Inca rey del Perú, de
donde le traían cada año gran suma de oro, por lo cual los españoles tuvieron
noticia deste valle; y cuando entraron en la tierra, como iban en demanda del
valle de Chile, llamaron Chile a toda la provincia hasta el Estrecho de
Magallanes”.
Los pueblos primitivos de Chile
Según los investigadores, el territorio
chileno ha sido ocupado desde hace por lo menos unos 14.000 años. De acuerdo
con estos estudios, se estima que la ocupación más antigua de que se tiene
certeza es la de Monte Verde –entre 12.000 a 14.000 años–, cerca de la
actual ciudad de Puerto Montt. Otro lugar de remota ocupación es la Cueva
Fell, en la zona mas austral del territorio, con aproximadamente 12.000 años de
antigüedad.
Los primitivos habitantes de Chile, si
bien tienen diferencias étnicas y diversos grados de desarrollo cultural, están
generalmente influidos unos con otros. Predomina, en todo caso, la influencia
de los pueblos del norte sobre los de más al sur –en forma sucesiva–, debido a
su mayor desarrollo cultural dado por el dominio de pueblos como los de
Tiawanaku y los Incas.
Esta ultima influencia es de carácter más importante, porque a la llegada de los conquistadores españoles ya tenía cerca de un siglo la dominación incaica en el territorio chileno –por lo menos hasta el río Maule– y gran extensión del noroeste hoy argentino, que también formaba parte del territorio chileno de la Colonia.
Esta ultima influencia es de carácter más importante, porque a la llegada de los conquistadores españoles ya tenía cerca de un siglo la dominación incaica en el territorio chileno –por lo menos hasta el río Maule– y gran extensión del noroeste hoy argentino, que también formaba parte del territorio chileno de la Colonia.
Esta influencia se vio acentuada por la
costumbre imperial de los incas de establecer mitimaes, esto es, colonias de
pueblos extranjeros que se establecían en los territorios conquistados a fin de
asegurar la fidelidad al Inca. Esta verdadera transculturación provocada por
las conquistas incas ha creado grandes problemas a los estudiosos para
determinar la real naturaleza de las costumbres y artesanías de los pueblos
primitivos.
LOS INDÍGENAS DE CHILE
Como decíamos, desde épocas prehistóricas
el actual territorio de Chile estuvo poblado por varios grupos humanos. Los
indígenas que habitaban Chile a la llegada de los españoles, presentaban casi
toda las formas de asentamiento y de vida imaginables. Sin que ninguno de ellos
haya llegado a formas de civilización.
En el norte: Atacameños y Diaguitas poseían
un intenso desarrollo aldeano con una agricultura diversificada, etc..
Picunches, Mapuches,
Huilliches en la Zona Central, vivían fundamentalmente de
la caza, pesca, recolección de frutas y vegetales y de la agricultura.
Los grupos
cordilleranos: Pehuenches, Poyas, Puelches, etc., evidenciaban un notable
desarrollo de la caza y un nomadismo intenso.
Cuncos en Chiloé e islas
adyacentes, representaban el baluarte más meridional de la agricultura
americana.
Desde los Chonos al sur se desconocía
tanto la agricultura como la cerámica.
Los canoeros del extremo
sur: Chonos, Alacalufes y Yaganes, eran pescadores y
recolectores marinos, que recorrían en débiles embarcaciones los canales y fiordos
hasta el Cabo de Hornos.
Los Tehuelches que habitaban
la cordillera andina y las estepas patagónicas y los Onas de la Isla
Grande de Tierra del Fuego, eran cazadores terrestres del Guanaco y del
Ñandú.
De norte a sur del territorio nacional,
a medida que se alejan del núcleo incaico, centro de desarrollo urbano y
civilizador, los grupos van mostrando menos rasgos culturales. Curiosamente la
cultura llega a su máximo florecimiento en las regiones más desiertas y poco
provistas de agua y se empequeñece manifestando cada vez menos desarrollo en
las regiones sureñas de exuberante vegetación y abundancia de agua.
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